Rabia, furia, impotencia... Así me sentí con todo lo que dijo, me hervía la sangre, tenía que salir de allí lo más rápido posible, alejarme todo cuanto pudiera, que alguien tan importante en mi vida dijera esas palabras y con mofa... me superaba esa situación, le hubiera pegado, ya lo creo que sí, pero tuve que mantener las formas, no era ni el momento ni el lugar
Era tanta la ira que tenía, quería salir corriendo, quedarme un rato sola, colocar mis pensamientos, pero no me dejó, me agarró la mano y fue conmigo, me tranquilizó, me dijo que no lo diera importancia, que no la tenía, que nada se iba a interponer y eso me agradó, me hizo sentir muy segura, muy relajada. Agradezco mucho que me diera la mano y viniera conmigo.
Son tantas cosas las que revolotean por mi mente, que me trastornan, la idea de estar tan lejos y pase eso que más me temo sin poder hacer nada me aterra, me cabrea, me frustra... y ahora no tengo tiempo para todo esto, tengo que sacar todo esto de mi mente, son muchas las cosas que tengo por hacer y es mucha la presión que estoy sintiendo estos últimos días. Tanta ira acumulada, tras tanto tiempo...
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