viernes, 14 de junio de 2013

Sin wertgüenza

Es totalmente degradante que por un puñado de políticos corruptos y sin wertgüenzas nos sintamos ruborizados de pertenecer a éste bello país. Que nos están quitando la libertad, y lo más importante: pretender quitarnos la enseñanza pública, para que sólo pueda estudiar la gente con posibilidades económicas, hoy en día mucha gente a tenido que dejar sus estudios ya que por nota no le corresponde beca y no es capaz de afrontar el precio astronómico de la matrícula de la universidad. Que intenten quitar las materias optativas de los institutos rurales es vergonzoso.
No podemos dejar que la opresión pueda con nosotros, tanto España como nosotros mismos nos merecemos un futuro digno, en el que cada uno pueda trabajar de lo que realmente quiera y le guste, algo que haya estudiado por ser lo que deseaba, que cada persona pueda decidir cómo desea que sea su vida.
No podemos permitir que nuestro Ministro de Educación sea una persona que no defienda los intereses del país y de la cultura del mismo, que no defienda a los estudiantes ni a los profesores. Que la población permita ésto dando su voto a ésta gente que no está haciendo más que arruinar éste país, hay que frenar ésto.
Lo que España necesita es políticos por vocación, con un sueldo razonable, sin pensiones vitalicias estratosféricas y cobrando sólo las dietas realmente necesarias, haciendo más recortes en cosas más imprescindibles, como la Iglesia y menos en educación y sanidad, siendo un Estado aconfesional se debería tener en cuenta que las prioridades son el futuro, la sanidad y la educación de la población y no la Iglesia; cada persona tiene libre derecho de pertenecer a la religión que desee, desde aquí no se critica la religión, se critica la falta de visión del Gobierno de España frente a la crisis en la que nos encontramos, ya que en vez de buscar soluciones viables lo que se está haciendo es embaldosar el camino de los ricos hacia el poder y el control y el de la gente sin apenas recursos a la decadencia.
Pongamos fin a ésto, alcemos nuestras voces, hagámonos oír, no podemos permitir que nos quiten lo que es nuestro.

Declaración Universal de los Derechos Humanos

Artículo 1:
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, 
dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente 
los unos con los otros. 

Artículo 3:
Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su 
persona.

Artículo 7:
Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección 
de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que 
infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación. 

Artículo 19:
Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este 
derecho incluye el no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y 
recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, 
por cualquier medio de expresión. 

Artículo 21:
[...] La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta 
voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de 
celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto 
secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del 
voto. 

Artículo 22:
Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad 
social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, 
habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción 
de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad 
y al libre desarrollo de su personalidad. 

Artículo 23 
1. Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a 
condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra 
el desempleo. 
2. Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por 
trabajo igual. 
3. Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y 
satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia 
conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso 
necesario, por cualesquiera otros medios de protección social. [...]

Artículo 25:
Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, 
así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la 
alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios 
sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de 
desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez y otros casos de pérdida 
de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su 
voluntad.

Artículo 26 
1. Toda persona tiene derecho a la educación. La educación debe ser 
gratuita, al menos en lo concerniente a la instrucción elemental y 
fundamental. La instrucción elemental será obligatoria. La instrucción 
técnica y profesional habrá de ser generalizada; el acceso a los estudios 
superiores será igual para todos, en función de los méritos respectivos. 
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad 
humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las 
libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la 
amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos; y 
promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el 
mantenimiento de la paz. 
3. Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación 
que habrá de darse a sus hijos. 



A.P.M.

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