Desea tener el valor de plantarse frente a él y decirle todo lo que piensa, poder liberar de su mente todos esos pensamientos que la atormentan a cada momento, poder asegurarse de lo que sospecha. Necesita poder seguir adelante y no estancarse en ese eterno momento en el que ya lleva tanto tiempo, desde que echó la moneda al aire, en esa milésima de segundo en la que permanecía en el aire se dio cuenta de que no la hacía falta moneda para saber que es lo que quiere, lo que desea desde lo más hondo de su ser;
lleva tanto tiempo pensando que ha llegado el momento... y sí, el momento llegó hace tiempo, pero cuando está frente a él se la hace un nudo en el estómago, su voz desaparece y lo único que puede hacer es contemplarle, mirar su pelo, sus labios, perderse en sus ojos...
¿Cómo poder solucionar ésto? ¿Dónde encontrar la fuerza para dejarse llevar y que las palabras fluyan suaves como la brisa primaveral?
Hay que avanzar, ya lo tiene decidido, pase lo que pase tiene que seguir adelante y no mirar atrás como siempre hizo, y así volver a sentirse viva.
Pequeña recuerda: todo llega para quien sabe esperar.
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