Pensó que no podría seguir adelante, estaba cansada de luchar y no vencer, de correr y no llegar nunca a la meta, pensó en rendirse, era lo más fácil pero si se rendía le perdería, tanta lucha, tanto esfuerzo, tanto sacrificio serían en vano, ¿de qué serviría seguir adelante si no era a su lado? Tras esa pregunta tomó la decisión que daban igual los obstáculos, las dificultades, que lo importante era seguir adelante, siempre de su mano, luchar cada día un poquito más por ganar un trocito de su corazón. Es más fácil recorrer el camino de su lado, cada bache, cada grieta serán más fáciles de pasar si es con su ayuda. Merecerá la pena luchar un poquito puesto que no puede haber mejor recompensa que compartir nuestros días.
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