Llegó a su vida rápido, veloz, la arrolló, lo puso todo patas arriba, consiguiendo ese equilibrio entre locura y cordura que tanto necesitaba.
Es esa chispa que la hace vibrar, sentirse viva, despertar cada día con una sonrisa y acostarme con una sonrisa aún mayor.
Es paz, su calma, su alegría y felicidad.
Es el huracán que llego a su vida para revolucionarla, para ordenar su desorden y ayudarla a encontrar su camino de baldosas amarillas.
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