Le llamaste, insististe hasta que la llamada fue descolgada y obtuviste la respuesta deseada, te tenías que salir con la tuya ¿verdad? Pasaron las horas, los días y le dedicaste muchas horas; lo comprendiste, lo que de verdad quieres es estar junto a él, lo único que deseas es tenerle entre tus brazos, le llamaste, aceptó tus disculpas, os volvisteis a enamorar.
Sin vergüenza, sin control, cometiste un error, actuaste de forma precipitada, no lo pensaste, quedaste en evidencia, como una farsante, como una cualquiera... Huiste de sus lindas palabras, lo podías haber evitado con un simple te quiero, con un no gracias, hasta luego; pero ahora es tarde, no podrás ir al pasado y arreglarlo, le perdiste y no hay solución, pero quizá...
Os distanciasteis pasaron los años y por una casualidad del destino os encontrasteis él estaba mal, tú estabas peor y pensaste que era tu oportunidad, empezasteis a hablar. ¡Qué estúpido error el que cometiste tanto tiempo atrás! Le dijiste que recordabas cada día y cada hora junto a él y las palabras, promesas... eran tan bonitas. Entonces pensaste y te diste cuenta de que no le habías olvidado, nunca lo has hecho, solo habías dejado de recordarle a cada instante, pero fugazmente pasaba por tu mente. Volviste a caer en sus encantamientos; ahora vives el presente mirando hacia el futuro, pero está marcado por el pasado; no lo desaproveches pues tu vida junto a él puedes proseguir, una última oportunidad para reconquistarlo, para conseguir su amor, sus caricias, sus palabras y aquellas intensas miradas. Pasaron los días sentiste chispas en el corazón, ¿significará que le quieres? Sabes que así es, por eso te ilusionaste, sus dulces palabras en tu oído te parecieron sinceras, suaves, arrollantes... pero te equivocaste pequeña.
Vuestra hora ya pasó
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