domingo, 8 de septiembre de 2013

Seamos eternos

Ella queriéndole olvidar, él queriéndola recordar, ambos deseando distanciarse sin poder hacerlo, mucho han compartido juntos, muchos buenos recuerdos conjuntos, apenas les hay malos, ¿tan perfecto fue? No, no fue perfecto ellos también tenían sus más y sus menos, pero se compenetraban bien, tenían esa complicidad que aún comparten, esa que por más que quieran no desaparece.
Siempre riendo, riendo juntos, provocando a la vida, jugando con el destino y el cruzar de miradas, unas miradas sin final que sin decir nada lo dicen todo, que no les hacen falta palabras para hablar, sólo mirarse. Esos momentos a su lado yaciendo junto a él, perdiéndose en su mirada mientras su suave cabello se enreda entre sus dedos, cuando nota su calor y siente su respiración en el cuello, inhalando su olor que la transporta a lugares idílicos en los que se encuentran ellos solos. 
Compartiendo esas noches de insomnio, de risas, de caricias, de besos, de abrazos... En las que nadie más existe. Qué fácil sería todo a su lado, durmiendo junto a él semiaplastada, con sus brazos rodeándole mientras le susurra al oído y dormir entre besos y caricias...


miércoles, 4 de septiembre de 2013

Grandullón

Desde que él está algo ha cambiado en ella, es feliz, va siempre con una sonrisa y con su mente llena de sueños e ilusiones. Después de tanto tiempo ahora se la ve feliz, ahora que se acerca la fecha, que van a hacer tres, tres inolvidables, tres larguísimos, tres sin fin... Pero ahora no piensa en eso, solo piensa en estar a su lado, en hacerle feliz y en serlo junto a él, en compartir cada momento que sea posible, en soñar en la misma almohada, en cruzar miles de miradas fugaces, en robarle millones de besos y dormir rozando su piel desnuda, entre sus brazos, ese lugar de calma, serenidad y felicidad... Entre sus brazos donde se siente tan diminuta y tan inmensa. Entres sus brazos... allí donde respira, palpita, siente, ama, el lugar donde vibra su alma.